Las cerraduras son uno de los métodos más comunes para restringir el acceso a un sitio determinado, sin embargo, la tecnología ha avanzado y con esta la posibilidad de mejorar la eficacia y el rendimiento de estos mecanismos de seguridad.
Tradicionalmente las cerraduras que se conocen, son aquellas que su apertura se realiza por medio de llaves y tienen además un efecto disuasivo. La gran diferencia con las más modernas, radica en que las primeras no notifican a nadie si han sido violentadas.
Las cerraduras fueron creadas como la mayoría de los sistemas de seguridad con el fin de proteger las casas, oficinas y /o pertenencias de los seres humanos, y las son sin duda, indispensables para restringir el acceso a un sitio y generar disuasión en las personas que deseen ingresar sin ser autorizadas.
Sin embargo, como ya se mencionó anteriormente las cerraduras tradicionales, han dado paso a unas más modernas y tecnológicas, como las Remock Lockey.
¿Por qué escoger una cerradura Remock Lockey?
Las cerraduras tradicionales e incluso las que ya tienen tecnología incorporada, son instaladas en el exterior de la puerta y, ¿qué significa esto?, en pocas palabras que son vulnerables y pueden ser violentadas con diferentes métodos como el bumping, ganzua, copia del código RFID.
Las Remock Lockey, son instaladas en el interior de las puertas, lo que las hace invisibles en el exterior. Además, su operación se realiza a través de controles remotos inalámbricos, esto la convierte en una cerradura imposible de violentar. Por otro lado, estas cerraduras se abren y se cierran sin necesidad de llave, funcionan mediante mandos a distancia, la distancia efectiva comienza a partir de unos 5 metros de la puerta.
Se pueden instalar en cualquier puerta o ventana como complemento a la cerradura que tenga la puerta, su instalación es simple y su fijación es solo con los tornillos de acuerdo al material de la puerta.
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